¡Descubrí Corea del Norte!

Leer y observar sobre destinos tan atractivos como alcanzables es algo típico entre los turistas. Pero hay otros lugares que son tan misteriosos y con posibilidades reducidas de explorarlo que despiertan ese interés en descubrirlos. Hoy te vamos a hablar de uno de ellos. Sin duda alguna que Corea del Norte es uno de los países más misteriosos y amenazantes del mundo. Después de la Segunda Guerra Mundial se separó de Corea del Sur y ambos países que supieron ser una misma nación hoy viven enfrentados con una tensa relación y realidades culturales y sociales totalmente distintas. La población norcoreana tiene muchísimas limitaciones y los turistas aún más. Esto se ejemplifica con el caso del turista estadounidense Otto Warmbier, que veremos más adelante. Corea del Norte es un destino que, por todo esto y su desconexión del mundo, ha despertado la curiosidad de muchos pasajeros que quieren vivir en carne propia el enigmático país asiático pese a las numerosas advertencias, aunque últimamente, esta nación ha empezado lentamente a abrirse turísticamente.

 

¿Cómo llegar?

 

Son limitadas las opciones para llegar a Corea del Norte ya que es inevitable tener que pasar por China. Son pocas las agencias autorizadas a vender paquetes a este país hermético. Avión o, mayormente, tren a cruzando el río fronterizo Yalú mediante el “Puente de la Amistad” símbolo de la guerra coreana. El destino de estos servicios es Pyongyang, la capital de Corea del Norte. Por el momento, la única manera de llegar allí es mediantes paquetes con actividades predefinidas, es decir, no existe el viaje “de mochilero”.

 

Visado

 

Últimamente, Corea del Norte ha intentado facilitar la entrada de turistas en su país. Para ser exactos, se han propuesto conseguir que entren 20 millones de visitantes de cara al 2025. Y para eso, han facilitado la tramitación de la documentación: un pasaporte vigente tres meses después de la vuelta, un billete de ida y vuelta y un visado. Precisamente una de las medidas que ya han adoptado es facilitar la tramitación del visado (según Travel Corea se concede el 99% de las solicitudes). Por lo que pudo averiguar el medio La Vanguardia existen tres tipologías: una, los de turismo; dos, el de negocios, y tres, el de los medios de comunicación. Los dos primeros visados son tramitados por agencias de viajes autorizadas, y el tercero por la embajada (que sí que es algo más restringida).

 

¿Qué puedo hacer?

 

Las limitaciones en Corea del Norte son extremas. Los pasajeros tienen prohibido abandonar el hotel y circular libremente por la vía pública. Siempre que circulan por este país, los turistas deben hacerlo un guía, que va a estar acompañando a cada grupo de viaje desde que entra hasta que sale de Corea del Norte, remarcando que se puede hacer y qué no. Cada pasajero no se puede separar de su grupo de viaje, no se pueden tomar de edificios en construcción ni a militares, no se puede correr, gritar ni hacer ademanes en espacios dedicados a los líderes, no se pueden tocar imágenes de los líderes y no se debe desobedecer indicaciones de los guías, entre otras limitaciones. Ah, y el último mensaje lo vas a tener que dar en China porque en Corea del Norte no hay internet. En algunos hoteles te permiten enviar un breve mail, sin fotos ni videos, para comunicarle a tu familia cómo estás. Obviamente, regulado. Las fotos están permitidas en algunos parámetros como vimos y las mismas serán revisadas antes de abandonar al país para ver si son perjudiciales para la seguridad norcoreana.

 

¿Qué puedo visitar?

 

Los clásicos a visitar son distintos puntos de Pyongyang como las estatuas de Kim Il Sung, fundador y “Presidente eterno” de Corea del Norte, y de su hijo, Kim Jong Ir “el Querido Líder” padre del actual gobernante del actual gobernante norcoreano, Kim Jong Un.

 

 

Los turistas están obligados a postrarse antes estas esculturas de bronce de 22 metros de largo y realizar ofrendas de flores será considerado como una señal de respeto hacia el país. Además, las fotografías no pueden recortar ninguna parte del cuerpo de estos antiguos gobernantes y siempre tienen que estar ambos las mismas. Si las fotos no cumplen estas normas, se considera una ofensa para el régimen. Otro punto de la capital a visitar es la “Torre de Juche”, una construcción de 170 metros de alto, compuesta de 25.550 bloques que representan cada día cumplido desde el nacimiento de Kim Il Sung hasta su cumpleaños número 70. “Juche” representa la idiosincrasia del régimen norcoreano: autodependencia y autodefensa de un pueblo. Sobre la cima de esta torre hay una antorcha de 20 metros y su “fuego” ilumina de noche a la ciudad.

 

 

Un plato fuerte de Pyongyang es el Mausoleo de Kim Il Sung, donde es posible ver los cuerpos conservados del fundador de Corea del Norte y de su hijo.

 

 

Además, en la capital norcoreana hay otros sitios de interés, quizás menos relevantes, como el Monumento al Partido de los Trabajadores, el parque de la Diversión, el Arco del Triunfo (que es más grande que el original de París), el Rungrado May Day, que es el estado más grande del mundo con una capacidad para 150.000 espectadores y el Victorious Fatherland Liberation War Museum, museo que revive el mensaje victorioso de guerra de Corea del Norte sobre Japón y Estados Unidos en la “Guerra de Corea”, naciones abiertamente declaradas enemigas de este país, aún más que Corea del Sur.

 

 

Otro de los destinos más atrapantes de este país es Panmunjom, lugar donde se encuentra el límite entre Corea del Norte y Corea del Sur en el paralelo 38. Este sitio se encuentra la zona desmilitarizada entre ambos países, lugar donde se firmó el armisticio que puso fin a la “Guerra de Corea”. Sillas, mesas y demás elementos se mantienen con respecto a aquella época. Hace no mucho este sitio fue uno de los más renombrados del mundo ya que allí, Donald Trump, se convirtió en el primer presidente de los Estados Unidos en pisar suelo norcoreano para reunirse con Kim Jong Un.

 

 

Los relatos de guerra de Corea del Norte suelen culpar a Estados Unidos de la división de Corea, además de alardear una victoria contra ellos. El deseo de reunificar Corea existe en toda la península, pero parece casi imposible. La guerra continúa hasta el día de hoy, pero sin ataque por mutuo acuerdo. Para salir de Pyongyang e ir a Panmunjom, se pasa por el “Arco de la Reunificación”, compuesto de dos damas coreanas que sostienen un logo de península completa de Corea. El trayecto entre distintos puntos de Corea del Norte permite ver el frente contraste entre las ciudades y el campo, que parece estar encerrado en un tiempo pasado, donde la tecnología aún no ha llegado.

 

No todo es historia

 

Paso a paso, Corea estaba mostrando signos de empezar a abrirse y algunos tours ya ofrecían la maratón de Pyongyang, actividades de ski en la estación de Masik, visitas a cervecerías locales, firmas de arquitectos, mercados de frutas, fábrica de productos electrónicos, actuaciones en el circo de Pyongyang y trekking y acampada en el monte de Kumgang, quizás el paisaje más espectacular de Corea del Norte. Por su parte, Trump le destacó a este país las atrapantes playas de Wonsan.

 

 

Hoteles famosos

 

Hotel Yanggakdo

El hotel más famoso y misterioso de Corea del Norte. Ubicado en la isla de Yanggak, en Pyongyang sobre el río Taedong, es un hotel de 47 pisos y 1000 habitaciones, con un hall lujoso, pero donde los servicios de las habitaciones suelen fallar. Este hotel dice ser de 5 estrellas, pero por relatos de clientes no pasa las 3. Normalmente vacío por la poca afluencia de turistas, este hotel cuenta con salas de juegos y varios restaurantes.

 

 

Entre varias limitaciones, no se pueden usar las escaleras ni acceder al famoso piso 5 a tal punto que el ascensor no tiene el botón con dicho número. Pero lo prohibido se vuelve tentador para algunos turistas y se aventuraron en averiguar lo ocurrido en dicho piso. Desde techos bajos, habitaciones cerradas y propaganda política en contra de Japón y Estados Unidos, hasta varios monitores que reflejaban algunas habitaciones, cosa que alimentó la creencia de que en las mismas hay micrófonos y cámaras que espían a los turistas.

 

 

Pero sin ninguna duda el caso más resonante fue el de Otto Warmbier, turista estadounidense que en 2016 fue interceptado en el proceso de salida de Corea del Norte y fue acusado de robarse un cartel político del piso 5 del hotel Yanggakdo. Fue enjuiciado por TV, leyendo un relato que según sus allegados no era de su autoría por las formas, donde reconocía la acusación con fines de perjudicar la ética norcoreana y suplicaba piedad. Con unas pruebas visuales poco claras, Otto fue condenado a 15 años de trabajos forzosos. Estados Unidos intervino y empezó a negociar la liberación de su ciudadano, cosa que consiguió después de largos meses, pero no de la manera esperada: a mediados de 2017 Otto Warmbier fue liberado en estado de coma, volvió a su país y a los pocos días murió. Sus familiares aseguran que recibió ilimitadas torturas mientras que el país asiático se desliga. Este caso aumentó la tensión diplomática entre EE.UU. y Corea del Norte, a tal punto que la Casa Blanca prohibió a los estadounidenses visitar dicho país.

 

 

 

Hotel Ryugyong

Este hotel es uno de los 50 edificios más altos del mundo gracias a sus 330 metros de altura y sus 105 pisos que albergan 3000 habitaciones. Es llamado el “hotel fantasma” ¿Por qué? Su construcción comenzó en 1987 pero se frenó en 1992 por una fuerte crisis económica. En 2008 retomó los trabajos y en los años posteriores se habría culminado el trabajo exterior, colocándose pantallas LED que dan un increíble espectáculo nocturno para una ciudad que suele quedarse en oscuras. Pero solo habría quedado en el exterior, el interior es una incógnita a presente y futuro, la agencia china Koryo Tours ha logrado entrar y descubrir que, por dentro, este hotel tiene todo el cemento al descubierto y un ascensor sumamente lento, como si el tiempo no hubiese pasado allí. Será cuestión de esperar para ver qué hará Corea del Norte con esta millonaria inversión hotelera.